 
Passiflora mollissima 
(HBK) L. H. Bailey.
	Curubá, Parchita, Trompeta roja
	
		Planta perenne, trepadora o enredadera, dotada de largos tallos 
		cilíndricos, fina y densamente vellosos, que se sujetan o trepan 
		mediante retorcidos 
		zarcillos axilares.
Las hojas, de hasta 14 cm de longitud, lisas y de 
		color verde intenso en el haz, son simples, alternas, divididas en tres 
		lóbulos agudos, dentados o aserrados en los bordes, pálidos en el envés, 
		ligeramente vellosos y con los nervios muy resaltados.
 

		Sus grandes y bellísimas flores, de hasta 9 cm de diámetro, se 
		desarrollan solitarias en las axilas de las hojas, sostenidas por largos 
		y resistentes pedúnculos. Al principio aparecen protegidas por tres 
		brácteas, que forman una especie de globo o farolito hinchado. Cada flor 
		presenta cinco sépalos verdosos y cinco pétalos de color variable entre 
		el rosa pálido y el rojo carmesí, unidos por la base en un tubo de hasta 
		7 cm de longitud, que sostiene su singular corona aplanada. Sus cinco 
		estambres, de color blanco con las anteras amarillas, se hallan unidos a la columna (ginóforo) que soporta el ovario y 
		sólo se separan en la parte superior de la misma.
 
 
	
		Los frutos son bayas oblongo ovoides, suculentas, dulces, de color 
		amarillo al madurar, de modo que recuerdan ligeramente a un plátano 
		pequeño, y contienen un buen número de semillas asimétricas.
Esta 
		planta procede de la zona norte de Sudamérica: Venezuela, Colombia, etc. 
		En las Islas Canarias es relativamente reciente su introducción, 
		cultivándose como especie ornamental en zonas costeras y de medianías.
Requiere abundante sol, aunque soporta bien temperaturas relativamente 
		bajas.
Florece en primavera y verano, aunque en buenas condiciones 
		pueden verse ejemplares florecidos durante casi todo el año.