Strelitzia reginae
Banks
Esterlisia, Ave del paraíso, Pájaro fuego
Las bellísimas flores de esta planta han sido elegidas como símbolo
turístico de las Islas Canarias, mereciendo plenamente calificativos tan
hermosos y sugerentes como los de "ave del paraíso" o "pájaro de fuego".
Se trata de una herbácea perenne, provista de rizoma y sin verdadero
tallo, que produce gran número de hojas que crecen juntas y erectas,
formando grupos muy compactos.
Esas hojas son de color verde azulado,
tienen un largo y robusto peciolo de hasta más de 1 m de largo, que
sostiene un limbo cóncavo, más o menos ovalado, y con el borde liso o
algo crispado.

Las inflorescencias se sitúan al final de un largo pedúnculo que
sobresale por encima de las hojas y acaba en un agudo estuche, en forma
de barquilla, de hasta 25 cm de largo. En su interior se alinean hasta
media docena de flores, que se van abriendo sucesiva y paulatinamente.
Cada flor tiene tres sépalos estrechos de color amarillo y tres pétalos
de color azul cobalto, uno de los cuales queda atrofiado, mientras que
los otros dos se unen formando un órgano aflechado (la lengua) con un
acanalamiento central en el que se alojan los estambres y el pistilo.
La
base de las flores, en el interior del estuche, está envuelta en un
líquido viscoso.
Los frutos son pequeñas cápsulas que contienen semillas globosas de
color negro, con un arilo anaranjado. En sus regiones de origen es
polinizada por pequeños pájaros, que buscan el dulce néctar de sus
flores, y que al posarse sobre el tépalo en forma de flecha mueven las
anteras que dejan caer el polen sobre su pecho y patas, favoreciendo así
la polinización cruzada entre distintos ejemplares.
Esta especie es originaria
de Sudáfrica. Prefiere suelos ricos en materia orgánica, mucha humedad y
exposición soleada. Es de crecimiento lento, necesitando unos siete años
para florecer a partir de semillas.