La floración ocurre principalmente en primavera y verano, aunque en climas ideales florece varias veces al año, de modo que conviene plantarla en grupos para tener siempre algún ejemplar florecido.
Se reproduce por semillas y trozos del rizoma; en este caso conviene dejar secar bien la llaga antes de plantarlos.

Su principal uso es el ornamental, valorada por su impactante floración y su capacidad para aportar un toque exótico a jardines y espacios interiores.
También va muy bien para cuadros o arriates en el jardín, si se rodean de otras plantas perennes o de cubierta vegetal. Y luce de maravilla en grandes macetas situadas al aire libre.
Para su óptimo desarrollo necesita luz solar directa durante al menos tres o cuatro horas diarias, riego moderado y humedad normal.
Se cultiva de modo intensivo para usar como flor cortada, con la que se elaboran bellos ramos que duran mucho tiempo sin secarse.

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