Es una especie muy ornamental, siendo muy apreciada tanto por su porte y follaje, como, sobre todo, por su llamativa fructificación invernal, que lo convierten en una especie de arbolito de Navidad natural.
En Canarias se está empleando mucho en el ajardinamiento de márgenes de las carreteras y autopistas. Su crecimiento es rápido y resiste bien la sequía, aunque requiere una exposición soleada.


En sus regiones de origen se obtenía de su tronco una resina de propiedades balsámicas, conocida con el nombre de "bálsamo de misiones", aunque ese látex causa reacciones cutáneas en personas sensibles. Por ello, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, ha incluido a esta planta en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
En algunos países se emplean sus frutos para adulterar la pimienta.

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