Chrysanthemum coronarium
L.
Santimonia, Crisantemo, Corona,
Manzanilla loca, Ojo de buey
Herbácea anual, robusta, de hasta 1 m de alto, lampiña, con tallos
erectos muy ramificados y recubiertos de abundante follaje. Las hojas,
de color verde azulado y unos 3-6 cm de largo, son simples, alternas,
sésiles, de contorno entre oblongo a obovado, ligeramente abrazadas al
tallo, y con su lámina dos veces profundamente dividida en lóbulos
lanceolados y agudamente dentados.
Tanto las hojas como los tallos
jóvenes están recubiertos de una ligera capa de ceras de tonalidades
cenicientas.
Sus llamativas flores, de color amarillo intenso, o amarillo y blanco,
se disponen en capítulos de hasta 5 cm de diámetro, al final de largos y
finos pedúnculos, y agrupadas en inflorescencias umbeliformes con varios
capítulos cada una. Al madurar fructifican en diminutos aquenios alados,
sin vilano, que son dispersados por el viento.
Existe una variedad,
llamada discolor, que presenta las flores externas del capítulo
(lígulas) de color blanco y amarillo, localizándose normalmente sus
ejemplares junto a los totalmente amarillos.
Toda la planta desprende
un intenso olor a manzanilla.
La floración se produce desde finales de invierno hasta casi finales de
primavera. Se reproduce por semillas.
Especie de origen mediterráneo,
posiblemente introducida en Canarias con fines ornamentales.
Posteriormente asilvestrada, hoy crece como mala hierba especialmente
abundante en años lluviosos, formando densas colonias en huertos
abandonadas, bordes de caminos y carreteras, escombreras, etc.