Datura inoxia
Mill.
Hierba del diablo, Burladora,
Tolohache, Métel, Campanera
Descripción:
Herbácea robusta de hasta 1,5 m de alto,
abundantemente ramificada y recubierta en su totalidad de una densa y
pegajosa vellosidad.
Sus grandes hojas, de 7-20 cm de longitud y
color verde grisáceo, son simples, alternas, largamente pecioladas,
anchamente ovaladas, de redondeadas a cuneadas en su base, agudas en la
punta, y sinuadas o gruesamente dentadas en sus bordes.
Las flores,
erectas, solitarias, y de color blanco o ligeramente rosáceo, nacen en
las dicotomías del tallo. Tienen un cáliz tubular de 11-14 cm de largo,
lobulado, velloso y de color verde, y una corola campaniforme de 15-20
cm de longitud, lisa o con algunos pelos glandulares en los nervios.
Los
frutos son grandes cápsulas ovoides de hasta 5 cm de longitud y color
verdoso, recubiertas de pequeñas púas y con una especie de collarín en
su base. Cuando el fruto es joven las púas son endebles y el peciolo lo
sostiene erecto, pero cuando llega a su madurez las púas se vuelven
rígidas, el peciolo se tuerce y la cápsula fructífera cuelga bocabajo,
al tiempo que se abre en cuatro valvas más o menos hasta su mitad, para
esparcir las numerosas semillas que contiene en su interior: muy
pequeñas, de forma discoidal a reniforme y unos 3-5 mm de diámetro,
comprimidas y deprimidas, con un especie de cordón periférico, de color
blanco al inicio, marrones más tarde y finalmente negras.
Toda la
planta desprende un olor desagradable, aunque menor que el de la muy
parecida Datura stramonium.

Hábitat: Esta planta procede de América del Sur. En
las Islas Canarias no es muy abundante, localizándose sus ejemplares en
escombreras, tierras removidas, huertas abandonadas, bordes de caminos y
carreteras, etc.
Comparte hábitat con su congénere, la mucho más
prolífica y abundante Datura stramonium, comportándose ambas como invasoras
temporalmente
agresivas allí donde se establecen.
Floración: Primavera y otoño, aunque pueden verse
ejemplares florecidos durante la mayor parte del año. Las flores se
abren por la noche y se cierran parcialmente con la luz del día, tanto
más cuanto mayor sea la intensidad del sol.
Reproducción:
Por semillas, que pueden permanecer en el
suelo sin germinar durante varios años si las condiciones no son
favorables. La espinosidad de sus frutos favorece su dispersión por
los animales (zoocoria), al quedar prendidos en su pelo o plumaje.
Usos: Esta planta contiene potentes alcaloides,
como la atropina, la escopolamina y la hiosciamina, que producen
importantes efectos psicotrópicos, y que la han convertido en una de las
especies empleadas por numerosas tribus centroamericanas como elemento
fundamental en sus ceremonias de iniciación, así como en rituales
mágicos o adivinatorios. Durante la experiencia con datura suelen
producirse alucinaciones y delirios reales, por lo que existe riesgo de
incurrir en comportamientos no apropiados, interactuar de forma errática
con el entorno, y provocar o sufrir accidentes.
En México, los
huicholes relacionan sus poderes con los del dios Sol. Es usada en
secreto, y se considera muy peligrosa porque puede causar locura y hasta
la muerte. Sus chamanes mencionan que, desde los tiempos antiguos, tiene
un papel importante en las ceremonias del peyote (Lophophora
williamsii), un cactus alucinógeno que juega un papel primordial en
los rituales de los indígenas americanos. Las matas de datura son
respetadas por sus poderes: les depositan ofrendas, practican rituales,
les encienden velas y entonan cantos propiciatorios, y las usan para
realizar adivinaciones, ritos iniciáticos y profecías.
Los
tarahumaras la emplean, junto a otras plantas, para realizar ceremonias
propiciatorias de la lluvia y para comunicarse con los espíritus de los
muertos. Sólo los sacerdotes de la lluvia pueden recoger esta planta, y
durante sus ceremonias mastican su raíz y se cubren los ojos con el
polvo obtenido de la misma.
En algunos países se cultiva para obtener
algunos de sus componentes que son usados con fines farmacéuticos.