Rosa canina
L.
Escaramujo, Rosera, Rosa de cumbre, Rosa salvaje, Rosal silvestre, Zarzarrosa, Agavanzo
Descripción:
Arbusto sarmentoso de 1-3 m de alto, dotado
de largos tallos erectos o semierectos, glabros, a menudo pruinosos en
las partes viejas, armados de recios aguijones curvos y reflexos, que
también están presentes en el peciolo de las hojas.
Las hojas,
caducas, lisas y de color verde oscuro, están compuestas por 2-3 pares
de hojuelas, más una impar en el extremo, de contorno aovado a elíptico,
y dentadas o finamente aserradas en los bordes.
Sus flores, de unos
4-5 cm de diámetro, inodoras y color rosáceo o blanquecino, se
desarrollan solitarias o en pequeños racimos axilares o terminales, con
tres o cuatro flores cada uno. Cada flor presenta cinco sépalos
lanceolados, pelosos en su cara interna y glabros en el dorso, caducos
antes de la madurez, cinco delicados pétalos de aspecto anchamente
acorazonado, y una densa corona de
estambres de color amarillento dispuestos en varios verticilos. Los
sépalos se vuelven reflexos y se caen antes de que maduren los frutos,
que son gruesas bayas ovoides, muy lisas, de 1,5-2 cm de diámetro, color
rojo escarlata cuando maduran, y con la superficie interna cubierta de
pelitos rígidos, que envuelven a unas cuantas semillas prismáticas de
color amarillento.
Con frecuencia presentan unas masas esponjosas y
redondeadas de color amarillento rojizo, llamadas "bedegar", que están
producidas por la picadura de un insecto (Rhodites rosae) que
deposita en ella sus huevos; cortando un bedegar por la mitad se observa
un núcleo relativamente pequeño, duro, dentro del cual se desarrollan
las larvas.

Hábitat: Este es el único rosal silvestre de nuestro
archipiélago, siendo relativamente frecuente en riscos y laderas
pedregosas de las zonas montañosas, así como en claros soleados del
Pinar y el Fayal-brezal; también en lechos de barrancos, huertas
abandonadas, así como en bordes de caminos y carreteras de la zona potencial de los
Bosques termófilos y del Faya-brezal.
Floración: Primavera y verano. En condiciones favorables
durante casi todo el año.
Reproducción:
Se propaga por semillas y esquejes.
Usos: Sus frutos son muy nutritivos, pues son ricos
en vitamina C, además de otras vitaminas y sales minerales. Se pueden
comer frescos, cortándolos por la mitad y quitándoles los pelos y las
semillas. Cuando están bien maduros, y limpios de sus sépalos y
pedúnculos, se pueden elaborar con ellos mermeladas, vinos, sopas y
salsas; industrialmente se emplean para fabricar siropes y zumos.
Los
pétalos se utilizan para preparar mieles perfumadas, jarabes y
confituras.