Euphorbia handiensis
Burchard
Cardón de Jandía, Cardoncillo, Cardón peludo
Arbusto perenne, suculento, de entre 0,5-1 m de
alto, apariencia cactiforme y porte variable: ascendente, achaparrado o
algo globoso. Tiene un tronco corto, grueso y semileñoso, que se
ramifica amplia y densamente desde la base formando tallos cilíndricos, de
color verde oliva, algo retorcidos y angulosos, con entre 8-12 ángulos
separados por surcos profundos y con sus aristas cubiertas de espinas
apareadas de hasta 3 cm de largo, rectas, muy recias y puntiagudas, que,
llegando al ápice, se agrupan en un denso copete; los tallos secundarios
se insertan en las costillas del tercio superior de los tallos viejos.
Sus diminutas flores, de apenas 2 mm de diámetro y color verdoso
amarillento, se disponen en una estructura especial en forma de copa
denominada ciatio, cortamente pedunculada y que se desarrolla en la
parte terminal de los tallos.
Los frutos son cápsulas trivalvadas más o
menos esféricas, de unos 3-4 mm de diámetro, pedunculadas, de color
rojizo, con líneas marrones que marcan la división de las valvas, cada
una de las cuales contiene una dura y diminuta semilla de color negro.
Toda la planta desprende abundante látex blanquecino, pegajoso y muy
cáustico.
Este singular endemismo habita exclusivamente
en arenas volcánicas compactadas y roquedales costeros de los valles y
barrancos de la vertiente sureste de la Península de Jandía, en la isla
de Fuerteventura: Barranco de Gran Valle, Barranco de Jorós, Llano de la
Angostura, Valle de los Mosquitos, etc.
Forma una comunidad vegetal
propia denominada cardonal de Jandía, junto a otras especies típicas de
la franja árida costera como la aulaga (Launaea arborescens),
el espino de mar (Lycium intricatum) o la rama (Salsola
vermiculata).
Sus poblaciones se ven muy afectadas por la
expansión turística de la zona, que, entre otras cosas, propicia un
incesante tráfico de vehículos por las pistas de tierra que atraviesan
algunas de sus comunidades más importantes.
Primavera y verano, fructificando desde
agosto hasta noviembre. Las semillas son expulsadas por reacción
explosiva cuando los frutos están maduros y las temperaturas son altas.
Por semillas y esquejes semileñosos.
Se usa ocasionalmente como planta ornamental
en zonas secas costeras, aunque tal práctica debe hacerse teniendo un
respeto absoluto a sus poblaciones naturales.
Desconocidas, aunque es posible que, al igual
que se hacía con otras tabaibas, su látex fuera usado para quemar
verrugas, eczemas y empeines.
Islas Canarias.
Se debe tener mucha precaución con su
irritante látex, que produce fácilmente quemaduras en la piel. En caso
de contacto accidental, se debe lavar la zona afectada con agua, o
limpiarla con el jugo de alguna planta carnosa, como los aloes o las
opuntias.
En el siglo pasado fue una planta muy buscada por
coleccionistas, especialmente extranjeros, que esquilmaron en gran parte
sus poblaciones naturales, que, según testimonios antiguos, formaban un manto vegetal
casi continuo con millones de ejemplares. En las últimas décadas, la
puesta en práctica de medidas de conservación ha supuesto un notable
incremento de la estabilidad de esta singular especie.
El
cardón de Jandía es el símbolo vegetal de la isla de Fuerteventura.
Su nombre genérico (Euphorbia) está dedicado
a Euphorbus, renombrado médico del rey Juba II de Mauritania, que reinó
en el norte de África en el siglo I, y envió una exploración a las Islas
Canarias de la que se tiene conocimiento a través de los escritos de
Plinio el Viejo. El específico (Handiensis) hace referencia a su
exclusiva localización geográfica en la Península de Jandía.
Distribución:
Endemismo canario. Fuerteventura.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal.
Altitud: Normalmente entre los
50-250 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín
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