Erysimum scoparium
(Brouss. ex Willd.) Wettst.
Alhelí del Teide, Alhelí montuno
Descripción:
Arbusto perenne, siempreverde, de hasta 1 m
de alto, muy ramificado, de porte globoso o semigloboso, y que se sujeta
al suelo por una larga y firme raíz axonomorfa.
Sus tallos, erectos o
ascendentes, son delgados y correosos, estando recubiertos de una fina
corteza de color verdoso o grisáceo, que se fisura longitudinalmente en
las partes más viejas.
Las hojas, de color verde intenso y hasta 8
cm de longitud, son simples, alternas, de lineares a muy estrechamente
lanceoladas, enteras o finamente dentadas en sus bordes, y recubiertas
de diminutos pelitos cortos y rígidos que las hacen ásperas al tacto.
Sus pequeñísimas flores, de apenas 5 mm de diámetro, se agrupan en
largas inflorescencias terminales de hasta 50 cm de longitud, y con unas
30-40 flores cada una, las terminales en racimos densos aplanados por
arriba. Presentan
un cáliz tubiforme de color violeta, y una corola tetrapétala de color
blanco, que más tarde deriva hacia el lila o el malva intenso,
contrastando vivamente con el colorido amarillo de las anteras.
Los
frutos son pequeñas cápsulas cilíndricas (silicuas), erectas o
semierectas, que contienen numerosas semillas de color marrón dispuestas
en una o dos hileras.

Hábitat: Endemismo canario característico de zonas
áridas y rocosas de las cumbres y medianías altas de las islas de
Tenerife y La Palma.
Es muy común en el área subalpina de Las Cañadas
del Teide, aunque numerosos ejemplares proliferan en cotas inferiores,
como en el valle de Santiago del Teide, llegando a formar grandes
colonias en las zonas clareadas del margen superior de los pinares.
En
La Palma habita entre las comunidades rupícolas de las cumbres y
escarpes que bordean la Caldera de Taburiente.
Floración: Su llamativa floración se produce durante la
primavera, habitualmente entre los meses de abril y junio.
Reproducción:
Por semillas.
Usos: Su bonito porte y atractiva floración
justifican merecidamente su introducción en la jardinería de nuestro
archipiélago, pudiendo cultivarse fácilmente en las zonas altas y de
medianías de las Islas, siempre que se tenga un cuidadoso respeto a sus
poblaciones naturales.