Aizoon canariense
L.
Patilla, Pata perro, Pata gallina
Descripción:
Herbácea anual o perenne, rastrera, muy
ramificada y de tamaño extraordinariamente variable: desde ejemplares
que caben en la palma de la mano, hasta otros que ocupan más de un metro
cuadrado de superficie. Posee una larga y gruesa raíz, con la que se
sujeta fuertemente al terreno, y tallos postrados, alternativamente
ramificados, frondosos y algo carnosos, que se vuelven rígidos y
quebradizos cuando la planta envejece.
Sus pequeñas hojas, algo
carnosas y de unos 2-3 cm de longitud, son simples, pecioladas,
anchamente ovaladas y de color verdoso, que enrojece progresivamente con el
paso del
tiempo o en situaciones muy soleadas. Al igual que los tallos, se hallan recubiertas de pequeñas
papilas cristalinas de vivos colores que las protegen de las extremas
condiciones ambientales que deben soportar durante casi todo el año.
Sus diminutas flores, de estructura poligonal, crecen solitarias en las
axilas de las hojas. Tienen tépalos de entre 1-3 mm de largo, glabros y
de color amarillento en el interior, y vellosos y de color verdoso o
rojizo en el exterior. Los frutos son pequeñas cápsulas semiglobosas de
color verde rojizo, recubiertas de papilas cristalinas y divididas
radialmente en cinco valvas. En su interior contienen numerosas y
diminutas semillas arriñonadas de color negro.

Hábitat: Especie típica del litoral macaronésico y
norteafricano. En las Islas Canarias se localiza en áreas costeras muy
áridas, aunque en algunas zonas orientadas al sur puede subir hasta
cotas situadas por encima de los 500 metros.
Suele ocupar llanuras
costeras, terrenos arenosos, huertas abandonadas, terrenos removidos,
bordes de caminos y carreteras, etc. Normalmente se encuentra asociada a
otras dos especies de parecidas características morfológicas y
ecológicas: la barrilla (Mesembryanthemum crystallinum) y la
escarcha (Mesembryanthemum nodiflorum).
Floración: Invierno y primavera, principalmente entre los meses de enero a mayo.
Reproducción:
Por semillas. Las cápsulas fructíferas
permanecen cerradas durante todo el verano, abriéndose con la llegada de
las primeras lluvias otoñales.
Usos: Toda la planta contiene abundante álcali
mineral, por lo que antiguamente se empleó como especie barrillera de la
que se obtenía una excelente sosa, utilizada posteriormente en la
fabricación artesanal de jabones y cristales.