Delonix regia
(Hook.) Raf.
Flamboyán, Malinche, Ponciana
El flamboyán es uno de los árboles más llamativos y coloridos del mundo
por sus flores rojas o anaranjadas, y su brillante follaje de color
verde intenso.
Además, su elegante copa aparasolada lo convierte en
una opción muy deseada para jardines y espacios verdes, pues no sólo es
de gran hermosura sino que también ofrece una sombra agradable y
refrescante.

Se trata de un árbol caducifolio de unos 8-12 m de alto, con un tronco
grueso, revestido de una corteza de color pardo, delgada, algo lisa, a
veces rajada y con abundantes lenticelas. Las ramas son largas, anchas,
casi horizontales, formando una copa ancha y achatada.
Sus hojas, de
entre 30-50 cm de largo, son alternas, bipinnadas, con 10-25 pares de
pinnas de 5 a 12 cm de longitud, cada una con 12-40 pares de pequeños
foliolos.
Sus muy llamativas flores, de color rojo o anaranjado,
aparecen cuando el árbol carece de hojas, y se disponen en grandes
racimos situados lateralmente cerca del extremo de las ramillas. Son
grandes, con cuatro pétalos que pueden llegar a medir hasta 8 cm de
longitud, y un quinto pétalo llamado estandarte, que es más largo y está
manchado de amarillo y blanco.
El fruto es una legumbre leñosa de color café oscuro, unos 30-50 cm de
largo y 5 cm de ancho, conteniendo numerosas semillas cilíndricas de
1,5-2,5 cm de largo, de color castaño claro con manchas oscuras,
provista de una cutícula cérea que se fragmenta con el paso del tiempo.
Después de madurar, las vainas permanecen colgando en el árbol durante
todo un año.
La floración se produce entre marzo y junio,
fructificando entre julio y octubre.
Esta especie es originaria de
Madagascar, desde donde se ha expandido a muchas partes del mundo, como
Estados Unidos, Puerto Rico, México, América Central, Cuba, Colombia,
Venezuela, Perú, etc. También se ha naturalizado en muchos lugares de
Australia, y es muy común en España.