El verdor de las plantas contrasta con el azul del cielo y el negro del volcán para crear una explosión armónica de color que impacta en el visitante. El canto de pequeñas aves y el infatigable zumbido de los insectos que disfrutan de su particular oasis son los únicos sonidos que rompen la paz y el silencio que reinan en el lugar.


Se puede acceder al molino para conocer el funcionamiento del molino y ver como se molía antiguamente, además podremos subir por la escalera interior y contemplar desde arriba las increíbles vistas del Jardín.puro.