Pericallis echinata (L. f.) B. Nord.
Flor de mayo, Senecio rosa
Herbácea perenne de porte erecto y entre
30-60
cm de alto, dotada de un pequeño haz de raíces tuberosas del que brota
un tallo fino, erecto o ascendente, liso, de color verde con finos
matices rojizos, que se ramifica ampliamente en su parte superior.
Las hojas basales son casi redondas (suborbiculares), largamente
pecioladas, ligeramente lobuladas y dentadas en sus bordes, casi
lampiñas y de color verde intenso en la haz, pero tomentosas y de un
verde más pálido en el envés. Las caulinares son sésiles y de forma más
o menos triangular.
Sus menudas y atractivas flores, de color rosa a
purpúreo, con el centro malva o amarillento, se disponen en capítulos de
más de 2 cm de diámetro, agrupados, a su vez, en inflorescencias
corimbosas de entre 5 y 15 capítulos cada una. Las brácteas que rodean
al capítulo son oblongo-lanceoladas, con el ápice recurvo, y presentan
unas espinitas oscuras (acúleos) de color púrpura oscuro, casi negro.
Los frutos son aquenios cilíndricos de alrededor de 1 cm de longitud,
rectos o ligeramente arqueados, de color negro, y recorridos
longitudinalmente por surcos y costillas. Las semillas están dotadas de
un pequeño vilano blanquecino que favorece su dispersión por medio del
viento.
Ocasionalmente se encuentran ejemplares con las lígulas de
color blanco.
Este llamativo endemismo es frecuente y hasta
abundante en laderas rocosas de la costa norte de la isla de Tenerife,
desde La Orotava hasta Teno, y las montañas de Adeje. Sus poblaciones
tienen una amplia versatilidad ecológica, encontrándose desde zonas muy
cercanas a la costa hasta áreas propias de los Bosques termófilos, la
Laurisilva o el Pinar.
Normalmente se sitúa entre los 100 y 500 m de
altitud, pero las poblaciones del sur de la isla pueden encontrarse
hasta los 900-1.000 metros sobre el nivel del mar.
Primavera y verano, normalmente entre los meses de febrero y abril.
Por semillas.
Es una bella planta para usar en
jardinería. Su cultivo es muy fácil y requiere pocos cuidados, debiendo
moderarse su riego y abono, pues de lo contrario los ejemplares
adquieren dimensiones desproporcionadas que reducen su bello porte
original.
Todas las especies de esta familia son más o
menos tóxicas, pues contienen ciertos alcaloides que provocan daños en
el hígado si se consumen durante largo tiempo.
Islas Canarias.
En el año 1777 se obtuvo en los Jardines
Reales Británicos un hibrido resultado del cruce de dos plantas
endémicas de las Islas Canarias: Pericallis cruenta y
Pericallis lanata. Este hibrido, denominado originalmente como
Cineraria × hybrida, es una planta cultivada en la
jardinería de todo el mundo y se considera con el origen de todas las
cinerarias no silvestres. Se caracteriza, principalmente, por formar
tallos bajos muy ramificados que dan como resultado plantas muy
compactas, generalmente de no más de 20 cm de altura, con grandes hojas
pecioladas de color verde oscuro y formas entre acorazonadas y
triangulares, flores con disco muy pequeño y apretado, y lígulas de
tamaño y coloración muy variada.
A partir de este híbrido original se han obtenido numerosos
cultivares con una gran variabilidad en el tamaño y colorido de las
inflorescencias.
Su nombre genérico (Pericallis) podría
derivar del griego peri (alrededor) y callos (bello,
belleza), pudiendo significar algo así como "que desprende belleza". El
específico (Echinatus) procede del griego echinos (erizo),
haciendo referencia al revestimiento "espinoso" que forman los acúleos
de las brácteas que rodean la base de los capítulos florales.
Doronicum echinatum, Cineraria
bracteata, Senecio echinatus.
Distribución:
Endemismo canario. Tenerife.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal,
Bosques termófilos, Laurisilva.
Altitud: Normalmente entre los
50-500 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín
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