Flora canaria > Especies > Pterocephalus dumetorum

Pterocephalus dumetorum  (Brouss. ex Willd.) Coult.
Familia DIPSACACEAE
Rosalito silvestre, Rosalito salvaje
  Descripción
Ni tiene espinas, ni produce rosas, sin embargo, ningún otro nombre le vendría mejor a este pequeño arbusto que el de"rosalito", apelativo con que le ha bautizado la sabiduría popular, seguramente por sus atractivas formas globosas y el suave colorido de sus pequeñas flores.
De consistencia leñosa y pequeño tamaño, que no suele sobrepasar el metro y medio de alto, sus rugosos y algo vellosos tallos forman una bonita copa, más o menos redondeada, que le confiere una singular gracia y apostura.
Sus hojas son opuestas, simples, pecioladas, de forma más o menos lanceolada y hasta 8 cm de largo; crecen amontonadas en la parte apical de los tallos, estando recubiertas de una suave pilosisdad, y coloreadas de tonalidades verdes más o menos densas, que se tornan rojizo-amarillentas al envejecer. Las flores, de color rosa pálido, se disponen en capítulos pequeños, de unos 3 cm de diámetro, agrupados, a su vez, en inflorescencias globosas terminales, con 3 a 7 capítulos cada una. Al madurar se transforman en cabezas fructíferas globulares y plumosas, pues las semillas de esta planta están dotadas de vilanos que facilitan su dispersión por el viento.
Ecología: El Rosalito Silvestre crece en barrancos, laderas y riscos de la zona central de la isla de Gran Canaria, llegando a ser abundante en algunas localidades de dicha área. Por el contrario, su presencia es mucho más escasa en Tenerife, donde su hábitat se reduce a una franja de la zona de medianías que discurre entre Igueste de Candelaria y Arico.
Floración: Primavera y verano.
Reproducción: Por semillas.
Usos: Ornamental.
Bosques termófilos, Pinar
300-1500 m
La Palma, Tenerife, Gran Canaria

Endemismo canario

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