Herbácea perenne, suculenta, dotada de un
tallo corto y leñoso y numerosas raíces fibras as y superficiales. Sus
gruesas hojas, más o menos espatuladas y de color verde-azulado, se
agrupan en apretadas rosetas basales de hasta 20 cm de diámetro. Estas
rosetas crecen siempre solitarias, pues, al contrario que otras especies
de su género, nunca producen rosetas laterales. Durante el periodo seco
se enrollan sobre si mismas para protegerse de la excesiva radiación
solar, adoptando una característica forma globosa.
Sus llamativas
flores, de pequeño tamaño y color dorado, se agrupan en grandes
inflorescencias situadas al final de un robusto tallo floral que surge
del centro de la roseta. Cada flor presenta 20 diminutos pétalos y doble
cantidad de estambres, generando al madurar una enorme cantidad de
pequeñísimas semillas.
Las rosetas mueren después de la
fructificación, comenzando a marchitarse sus hojas mientras la planta
está en plena floración.
Se hibrida con Aeonium spathulatum, en la
Palma, y con Aeonium decorum, en La Gomera, dando lugar en ambos casos a
dos curiosas y rarísimas plantitas.
Especie rupícola frecuente y hasta común en
riscos, paredes y laderas húmedas, aunque soleadas, de la zona baja y
media, adentrándose a veces hasta los pinares.
Primavera.
Por semillas.
Como casi todas las especies de este género
posee mucho interés como planta ornamental, aunque su uso debe
restringirse a sus regiones de origen y respetar sus poblaciones
naturales.
El zumo de sus tallos puede emplearse para
rebajar la inflamación causada por golpes y caídas, así como para
aliviar y curar quemaduras.
Islas Canarias.
Después de la última revisión
taxonómica han quedado establecidas cuatro subespecies de esta planta.
Su nombre genérico (Aeonium)
proviene del griego y quiere decir eterno o que vive permanentemente.
permanentemente
Distribución:
Endemismo canario. El Hierro, La
Palma, La Gomera.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal,
Bosques termófilos, Laurisilva, Fayal-brezal, Pinar.
Altitud: Normalmente entre los
50-1.700 m s. n. m.