Flora de las Islas Canarias

Especies

Flora canaria > Neochamaelea pulverulenta

Neochamaelea pulverulenta  (Vent.) Erdtman
Familia CNEORACEAE
Leña buena, Leña santa, Leña blanca, Orijama

Descripción
Arbusto leñoso de 1-1,5 m de alto, densamente ramificado, de porte más o menos globoso y abundante foliación, con las ramas cubiertas por una corteza pardusca, que en las más jóvenes es tomentosa y plateada.
Las hojas, de color grisáceo, algo coriáceas y unos 4-6 cm de longitud, son simples, alternas, linear-lanceoladas, enteras y obtusas, estando igualmente revestidas de una fina capa de tomento plateado.
Sus pequeñas flores amarillas, de alrededor 1 cm de largo, crecen individualmente sobre los peciolos de las hojas superiores, y en plena floración recubren casi por completo todo el follaje de la planta. Presentan un cáliz muy pequeño con sépalos dentados y tomentosos, y una corola con cuatro pétalos libres, largos y estrechos, casi lineares, insertos en la base del cáliz, que van alternando con los sépalos y los estambres.
Producen frutos drupáceos poco carnosos de color verde rojizo, formados por 2-4 cocos globulares, parecidos a un garbanzo, y también recubiertos por un finísimo tomento grisáceo; en su interior contienen una sola semilla, muy dura, rugosa y de color marrón claro.



Hábitat
Especie monotípica y endémica de Canarias, de tendencia netamente xerófila, propia de suelos pedregosos y soleados de las zonas costeras, donde sus ejemplares forman parte de la comunidad de matorrales típica del Cardonal-tabaibal. Ocasionalmente se encuentra en zonas abiertas de los Bosques Termófilos.
Se halla frecuentemente asociada a tajinastes (Echium spp.), cardones y tabaibas (Euphorbia spp.), balos (Plocama pendula), asaigos (Rubia fruticosa), cornicales (Periploca laevigata), etc. En algunos lugares crece como especie casi única, formando un denso e intrincado matorral.
Es común en Gran Canaria, Tenerife y La Gomera, pero en El Hierro es cada vez más escasa y se teme que pase como en La Palma, donde en la actualidad se da por extinta.

Floración
Invierno y primavera, con frutos desde el mes de enero. La planta es polinizada por abejas y hormigas, y muchas veces presenta flores y frutos al mismo tiempo.

Reproducción
Por semillas, que son dispersadas a corta distancia por lagartos (saurocoria), y a larga distancia por aves que se comen a los lagartos (diplocoria).

Usos
Su madera, muy dura y difícilmente putrefacta, se utilizó en tiempos pasados para hacer agujas de coser y lanzaderas para los telares. Algo más tarde, durante los duros tiempos de la posguerra española, su bondad como leña para el fuego propició la casi desaparición de esta especie.
Los pastores la usaban para hacer los badajos de los cencerros que llevaban sus animales colgados del cuello.
La orijama parece haber sido una especie sagrada para los guanches, pues formaba parte del proceso de momificación de sus muertos, y en muchos enterramientos se han encontrado cuencos de cerámica (gánigos) llenos de sus frutos, que tendrían por objeto asegurar la perdurabilidad de las momias. Para explicar este uso, algunas teorías apuntan a supuestas cualidades antisépticas de los frutos, y otras a su capacidad para repeler insectos y otros animales devoradores de cadáveres.
Se puede usar como especie ornamental en jardines de zonas costeras. Su cultivo es fácil, requiere pocos cuidados y se puede moldear mediante la poda.



Propiedades medicinales
La infusión de sus hojas y tallos se utilizaba antiguamente como remedio popular contra los catarros, el asma, y el reuma, así como para bajar la fiebre y disminuir el nivel de glucosa en la sangre. Externamente, en baños o compresas se usaba como remedio para toda clase de dolor.
Los fumadores que intenten dejar el tabaco pueden ayudarse en su propósito masticando los tallos y corteza de esta planta, siempre que sean capaces de soportar su intenso y amargo sabor.
En veterinaria se usaba para curar la tetera de las cabras.

Distribución
Islas Canarias.

Notas
Su nombre popular de leña buena alude a sus excelentes propiedades como leña para el fuego. El de orijama proviene, según Sabin Berthelot -naturalista francés que vivió muchos años en Tenerife y coautor de la gran obra sobre nuestra naturaleza Historia Natural de las islas Canarias, publicada en Francia entre los años 1836 y 1850- del árabe Ori ham, que quiere decir leña santa.
Diferentes estudios han certificado la relación entre la supervivencia de esta especie y la presencia de grandes lagartos en sus áreas de distribución, al ser estos animales los principales agentes de dispersión de sus semillas. De modo que la progresiva regresión de la poblaciones de estos reptiles en nuestras islas, como el lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi) y el lagarto gigante de La Gomera (Gallotia bravoana), parecen estar determinando el retroceso de la leña buena en estas islas.

Etimología
Su nombre genérico (Neochamaelea) podría derivar de neos (nuevo), chamai (bajo) y elaia (nombre antiguo del olivo), aludiendo al aspecto de la planta, de algún modo parecida a un olivo de pequeñas dimensiones. El específico (Pulverulenta) procede del latín pulverulentus (polvoriento), haciendo referencia a la cobertura de fino tomento blanquecino que recubre casi toda la planta.

Sinonimia
Cneorum pulverulentum.


Distribución: Endemismo canario. El Hierro, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal, Bosques termófilos.
Altitud: Normalmente entre los 0-500 m s. n. m.

Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín

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