Ferula linkii
Webb
Cañaheja, Cañaleja, Cañalé, Julan, Hinojo gigante, Chajuira
Descripción:
Herbácea anual, robusta, de 1,5-3 m de alto,
larga y fuertemente enraizada, que produce tallos erectos, recios,
cilíndricos y finamente surcados por líneas longitudinales.
Sus
enormes hojas, de hasta más de 75 cm de longitud y color verde
brillante, que se torna amarillento al envejecer, aparecen divididas
hasta tres y cuatro veces (tripinnadas-tetrapinnadas) en hojuelas
lineares, casi filiformes. Las hojas inferiores presentan un largo y
grueso peciolo cilíndrico, que en las superiores es sustituido por una
recia vaina membranosa de color amarillento a rojizo que envuelve
parcialmente al tallo y rodea a las umbelas jóvenes cuando éstas inician
su desarrollo.
Sus diminutas flores amarillas se agrupan en grandes
umbelas compuestas de hasta más de veinte radios cada una, casi siempre
rodeadas de varias umbelas más pequeñas. Presentan un cáliz con dientes
muy reducidos o inexistentes, y una corola con pétalos acuminados, de
ápice incurvado; los externos de las flores marginales ligeramente
mayores al resto.
Al madurar producen una gran cantidad de frutos secos
(esquizocarpos) de alrededor de 1,5 cm de largo, de oblongos a
elípticos, comprimidos lateralmente y de color verde amarillento, que se
vuelve marrón rojizo al madurar.
Las umbelas laterales no suelen
fructificar.

Hábitat: Endemismo canario, frecuente, y hasta
abundante, en laderas rocosas y soleadas de las zonas baja y media de
las islas, llegando en algunos lugares hasta la cota de los 2.000 metros
sobre el nivel del mar.
Su mayor abundancia se observa en Gran Canaria,
pero los ejemplares más desarrollados se hallan en Tenerife; en el resto
de nuestras islas su presencia es mucho más escasa.
Floración: Su llamativa floración se produce a finales
de invierno
y primavera, generalmente entre los meses de febrero y junio, aunque,
dada su amplia distribución ecológica, se pueden ver ejemplares en flor
en otras épocas del año.
Después de fructificar, la parte aérea de la
planta se seca, renaciendo con la llegada de la primavera.
Sus flores
son visitadas por muchos insectos, especialmente moscas y chinches de
monte, que son sus principales vehículos polinizadores.
Reproducción:
Por semillas.
Usos: Su porte, abundante foliación y llamativas
flores son merecedores de que se tenga en cuenta su cultivo como especie
ornamental. Es muy resistente a los climas cálidos y a los terrenos
secos, y no suele tener problemas con plagas o enfermedades, siendo su
principal enemigo el exceso de agua.
La médula de los tallos es muy
combustible, por lo que antiguamente se usaba en algunos lugares para prender fogones
y hogueras. Ocasionalmente se emplea como forraje para el ganado vacuno
y caprino.