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Crithmum maritimum
L.
Familia APIACEAE
Perejil de mar, Hinojo marino
Descripción |
Las hojas, también carnosas y de color verdoso, son alternas, de perfil triangular y con su lámina una o dos veces dividida (pinnadas o bipinnadas) en segmentos lanceolados o lineares de hasta 5 cm de largo. Se hallan unidas al tallo por un largo y grueso peciolo, sutilmente acanalado, que en su nacimiento forma una amplia vaina que abraza parcialmente al tallo (amplexicaules).
Sus diminutas flores, de color verdoso amarillento, presentan un cáliz con sépalos minúsculos, y una corola con pétalos enteros, inversamente acorazonados y con el ápice incurvado, y el gineceo con estilos erectos o ligeramente divergentes en la fructificación. Se agrupan en umbelas terminales o subterminales de 10-30 radios cada una, que se engrosan, y frecuentemente se alargan, en la fructificación, momento en el que producen pequeñas cápsulas ovoides, de gruesas paredes esponjosas, color verde rojizo y hasta 5 mm de diámetro, que acaban dividiéndose en dos valvas, cada una de las cuales contiene una sola semilla de color negro.
Hábitat |
Floración |
Reproducción |
Usos |
Antiguamente eran empleadas por los marinos para combatir el escorbuto. Para ello las plantas se recogían en las costas y se ponían en salmuera, de modo que se conservaran en buen estado durante sus largas travesías.
En algunas zonas del mediterráneo se suelen añadir algunas hojas de esta planta a los adobos de aceitunas y anchoas, dándoles un especial punto aromático.
De esta especie también se obtiene un aceite esencial usado en la industria de la perfumería. Así mismo se emplea en la industria cosmética, donde se utiliza como tonificante, pues contiene fenoles y ácido clorogénico, que son antioxidantes.
Se puede usar como especie ornamental en jardines de rocalla y taludes arenosos, siempre con exposición bien soleada y mejor cuanto más cerca de la costa.
Propiedades medicinales |
En su tratado de plantas medicinales, Dioscórides habla de las cualidades esta planta: "El crithmo, o, según le llaman algunos, crithamo, es una mata bajuela, por todas partes muy poblada de hojas, y cuasi de la altura de un codo. Nace comúnmente en lugares marítimos y pedregosos. Tiene las hojas muy gruesas y blanquecinas, como las de las verdolagas, empero más gruesas y algún tanto más luengas, las cuales son saladas al gusto. Produce las flores blancas, y el fructo como aquel del romero, tierno, oloroso y redondo, el cual se dilata en secándose y tiene dentro de sí la simiente, a manera de grano de trigo. Sus raíces son tres o cuatro, de suave y jocundo olor, cada una de ellas de la grosura de un dedo. Las raíces, la simiente y las hojas, cocidas con vino y bebidas, son útiles a la retención de la orina y a la ictericia, y provocan el menstruo. Cómese crudo y cocido el crithmo y consérvase también en salmuera."
Sus hojas son ricas en yodo, oligoelementos, sales minerales, beta-caroteno, proteínas, aminoácidos y vitamina C. Tradicionalmente se consumían bien tiernas para estimular el apetito y favorecer la digestión, y en infusión para favorecer la secreción de orina.
Distribución |
Notas |
La cosecha del perejil de mar en las costas inglesas estaba muy difundida en siglos pasados, y hasta Shakespeare en una de las escenas de El rey Lear habla de los peligros a los que se exponían quienes lo recogían en los acantilados: "En mitad de la pendiente hay un hombre suspendido, cogiendo hinojo marino. ¡Peligroso oficio!"
W. A. Bromfield, botánico inglés de principios del siglo XIX, cuenta que los propietarios exigían un alto tributo para permitir la recolección del hinojo marino en sus tierras, y como su aprovechamiento comercial alcanzó tales dimensiones que provocó un grave declive de sus poblaciones en algunas regiones. Aún en pleno siglo XIX se recogían las matas de perejil de mar y se llevaban a los mercados de Londres en barriles llenos de agua marina.
Etimología |
Sinonimia |
Distribución: Nativa. El Hierro, Tenerife, La Palma, La Gomera, Gran Canaria, Fuerteventura.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal.
Altitud: Normalmente entre los 0-100 m s. n. m.
Texto y fotos: J. Alfredo Pérez Martín