Bosea yervamora
L.
Yerbamora, Hierbamora, Hediondo, Findiongo
Descripción:
Arbusto o arbolito de hasta 5 m de alto,
siempreverde, densamente ramificado, de hábito colgante cuando crece en
riscos o laderas, y más o menos péndulo cuando lo hace en suelo poco
inclinado; en muchas ocasiones se sirve de otros árboles y arbustos para
apoyar en ellos su frágil y abundante ramificación. Las ramas, de hasta
3 m de largo y color verdoso, son finas, leñosas y quebradizas.
Sus
hojas, de 6-10 cm de largo, son simples, alternas, cortamente
pecioladas, ovalado-lanceoladas, enteras, lisas, y de color verde
intenso, que con el paso del tiempo se vetea de tonos amarillos y
rojizos.
Es especie dioica, con flores masculinas y femeninas en
ejemplares distintos. Ambas son diminutas, de apenas unos milímetros de
diámetro, color verdoso amarillento, y situadas en racimos terminales o
subterminales. Presentan cinco tépalos y cinco estambres libres, y un
ovario supremo unilocular. Los frutos son bayas carnosas del tamaño
aproximado de un guisante, muy lustrosas y de vivísimos tonos rojizos,
conteniendo en su interior una sola semilla de color negro. Crecen
agrupadas en densos racimos terminales de hasta 20 cm de largo, que
cuelgan de las ramas debido a su propio peso.
Toda la planta expele
un olor muy desagradable, que se acentúa al quebrar sus ramas o romper
sus hojas. Su madera ennegrece rápidamente al corte.

Hábitat: Endemismo canario, característico y frecuente
en laderas y riscos orientados al norte de la zona potencial de los
Bosques termófilos, adentrándose ocasionalmente en áreas húmedas del
Cardonal-tabaibal y, con menos frecuencia, en núcleos abiertos y
soleados de la Laurisilva.
Floración: Invierno y primavera, madurando los frutos durante los
meses de verano.
Reproducción:
Por semillas, esquejes y brotes enraizados.
Usos: El abundante jugo que contienen los frutos se
usaba antiguamente como producto casero para blanquear la ropa.