Mesembryanthemum nodiflorum
L.
Cosco, Yerba vidrio, Cofecofe, Roferofe, Gazul, Algazul
Descripción:
Herbácea anual o perenne, ampliamente
ramificada, que produce tallos menudos, cilíndricos, carnosos, tendidos
o algo levantados, de longitud variable, y que, en ejemplares muy
desarrollados, forman una mullida alfombra sobre el terreno.
Sus
pequeñas y carnosas hojas, de unos 2-4 cm de largo, son simples,
opuestas las inferiores y alternas las superiores, de semicilíndricas a
casi cilíndricas, y de color verde intenso, que se va tornando rojizo a
medida que envejecen.
Las flores, de color blanquecino amarillento y
alrededor de 1-1,5 cm de diámetro, se desarrollan solitarias en las axilas
de las hojas superiores; cada una presenta cinco tépalos foliáceos de
lineares a deltoideos, y numerosos estaminodios (estambre estériles)
petaloideos, blanquecionos o amarillentos.
Los frutos son pequeñas cápsulas globulares,
divididas interiormente en cinco valvas separadas por tabiques alados,
que desprenden sus pequeñas semillas, de entre 0,1-0,5 mm, formas
triangulares a semicirculares y color de rojizo a negro, después de las
primeras lluvias otoñales.
Toda la planta se halla recubierta de
diminutas y brillantes papilas cristalinas, cuya función consiste en
reducir el proceso de pérdida de agua, tan escasa en los ambientes
xerófilos en que normalmente se desarrollan sus ejemplares.

Hábitat: Planta de origen sudafricano, ampliamente
extendida por las costas que circundan el Mediterráneo y la Macaronesia.
Se considera especie nativa en las Islas Canarias, ocupando
preferentemente llanuras salitrosas cercanas al mar, aunque a veces
asciende hasta cerca de los 500 metros sobre el nivel del mar,
invadiendo terrenos removidos y cultivos abandonados.
Normalmente se
encuentra asociada a otras dos especies de parecidas características
morfológicas y ecológicas: la barrilla (Mesembryanthemum
crystallinum) y la pataperro (Aizoon canariense).
Floración: Desde mediados de invierno hasta inicios del verano, principalmente
entre los meses de febrero a julio.
Reproducción:
Por semillas y
esquejes.
Usos: Es una de las especies conocidas como
"barrilleras", muy utilizada en el pasado para la obtención de sosa
cáustica, elemento necesario para la fabricación artesanal de jabón y
cristal de calidad, llegando a cultivarse con tal fin en algunas zonas
de nuestro archipiélago, especialmente en las islas de Lanzarote y
Fuerteventura, donde constituyó una importante actividad económica
durante los siglos XVIII y XIX. Para obtener la pasta de sosa, se
recolectaban las plantas y, una vez secas, se quemaban en hornos
llamados "quemeros". Con las cenizas, muy ricas en sales alcalinas, se
formaban una masa compacta llamada "piedra de barrilla", que luego se
exportaba a diferentes lugares de Europa.
En épocas de gran escasez
de cereales se llegaron a emplear sus semillas para elaborar gofio, una
especie de harina que servía de alimento a la gente más pobre. Para ello
se llevaban las plantas secas a los llamados "lavaderos" (huecos
naturales entre las rocas costeras), donde se dejaban en remojo hasta
que se abrían los frutos y las semillas quedaban flotando en el agua.
Una vez secas, las semillas se tostaban y se molían en molinos de
piedra, obteniendo una especie de harina rudimentaria algo salobre: el
llamado "gofio de vidrio", que saciaba los estómagos y calmaba el
hambre.
Un uso muy similar se hacía de la barrilla,
Mesembryanthemum crystallinum, tanto en la elaboración de gofio
como en la obtención de piedras de sosa.
Puede emplearse como
ornamental en jardines costeros. Su cultivo requiere terrenos sueltos,
abundante exposición solar y riego poco abundante.
En la alta cocina
moderna, donde la llaman Ficoide glacial o Hierba helada,
las hojas y flores de esta especie se emplean como guarnición en
entrantes fríos, y, mezclada con distintas variedades de lechugas, para
hacer exóticas ensaladas.