Propiedades medicinales: El culantrillo es uno de los helechos más usados en la medicina tradicional desde la Antigüedad, atribuyéndosele a la infusión de sus frondes numerosas virtudes curativas: combate la tos, favorece la expectoración, alivia los catarros, regula las menstruaciones, mejora las cistitis y las dermatitis, y tonifica el organismo en general.
Mezclada con vino y miel se empleaba para curar el asma y la bronquitis, y con emplastos de sus hojas se sanaban las verrugas. Un jarabe preparado con culantrillo, jugo de lechuga y pétalos de amapola calma la tos y favorece el sueño.

Distribución: Cosmopolita: Europa, África, Norteamérica y Centroamérica.


Notas: En las islas de La Palma, Tenerife y Gran Canaria se encuentra la muy parecida Adiantum radddianum, que se distingue, además de por otras características menos apreciables a simple vista, porque sus soros aparecen insertos entre los dientes del margen de las pínnulas,  mientras que en Adiantun capillus-veneris los soros se enccuentran insertos en la parte interna de los pseudoindusios.
En la Antigüedad, y siguiendo la llamada "teoría del signo", la semejanza de esta planta con una cabellera humana propició la costumbre de lavarse el pelo con una infusión de sus frondes, creyendo, inocentemente, que con ello se evitaba su caída y estimulaba su crecimiento.
Asociado a su querencia por lugares húmedos y oscuros, el culantrillo ocupaba un lugar en la teogonía griega y romana, ya que con sus hojas se formaba la corona de Plutón, el dios de las regiones infernales, conocido por los griegos como Hades. También aparece nombrado en la literatura clásica, donde se cuenta que crecía, junto a otras plantas, en la fuente donde uno de los Argonautas recogía el agua para su barco.
Su nombre vulgar de culantrillo se debe al parecido de sus hojas con las del cilantro (Coriandrum sativum), que no deben confundirse con las del culantro (Eryngium foetidum), que es otra planta diferente.

Etimología:
Su nombre genérico (Adiantum) proviene del griego adianton, que quiere decir algo así como impermeable o no mojado, aludiendo al carácter hidrorrepelente de sus tallos y hojas. El especifico (Capillus-veneris) procede del latín capillus (cabello) y veneris (relativo a Venus) ya que, según la mitología romana, cuando esta diosa salió del mar presentaba sus cabellos secos.
Sinonimia: Adiantum formosum, Adiantum michelii, Adiantum modestum, Adiantum remyanum, Adiantum schaffneri.

Distribución: Nativa. El Hierro, La Palma, La Gomera, Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote.
Ecosistemas: Cardonal-tabaibal, Bosques termófilos, Laurisilva, Fayal-brezal, Pinar.
Altitud: Normalmente entre los 50-1.500 m s. n. m.

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